Add parallel Print Page Options

Y TORNÉME, y alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de metal.

En el primer carro había caballos bermejos, y el segundo carro caballos negros,

Y en el tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro caballos overos ruciorodados.

Read full chapter